Hace unos 800 años, San Francisco mantuvo un diálogo histórico con un sultán musulmán que hoy se recuerda como un momento crucial que demostró el poder de la amistad entre religiones en aras de la paz y el entendimiento mutuo. En 1986, el Papa Juan Pablo II celebró en Asís la histórica Jornada Mundial de Oración y Paz, que reunió a los líderes de las numerosas religiones del mundo para fomentar la fraternidad y la armonía interconfesional. Esto dio lugar a una nueva forma de compromiso interreligioso: la oración, en gestos públicamente visibles protagonizados por líderes religiosos de todas las confesiones.
El estatus de Asís como capital interconfesional no hizo sino crecer con las sucesivas cumbres interconfesionales dirigidas por el Papa Juan Pablo II en 1993 y 2002. En 2011, la cumbre estuvo presidida por el Papa Benedicto. El Papa Francisco continuó esta tradición en 2016. Ahora, la Casa Mundial de la Amistad y la Esperanza consagrará oficialmente esta tradición de paz a través del poder de la vista, el sonido, la oración y la unión.
La Porciúncula (pequeña porción), situada en la Basílica de Santa María de los Ángeles, es la iglesia más importante de la vida de San Francisco. Aquí fundó a los franciscanos. Aquí recibió a Clara de Asís y fundó la Segunda Orden de las Hermanas Pobres, las Clarisas.
Junto a este humilde santuario, ya querido por Francisco, se formó el primer convento franciscano. Aquí falleció San Francisco, habiendo elegido su iglesia favorita como lugar para su regreso al Padre Celestial. El propio San Francisco señaló la Porciúncula como principal fuente de inspiración y modelo para todos sus seguidores. Hoy es uno de los lugares santos más importantes del mundo, desde donde han emanado inspiradores mensajes de armonía interreligiosa bajo el liderazgo de varios Papas en las últimas cuatro décadas.